Fue el gran discípulo de Roberto Lewis en la Escuela de Bellas Artes de Panamá de la que fue su asistente. Allí conoce a otro gran discípulo de Lewis, Manuel Encarnación Amador. También fue en esta profesor y poseedor de una importante biblioteca de los grandes Maestros del renacimiento español. Esto llama poderosamente la atención de Ivaldi, que luego de un tiempo obtiene una beca para estudiar en la Academia San Fernando, en Madrid España, y por su excelencia, al poco tiempo gana el Premio Nacional de Pintura en el Concurso Anual de la Academia.
En 1939 lo nombran Director de la Escuela de Pintura cargo que ejerció hasta 1947, año de su fallecimiento. Fueron sus alumnos Cedeño, Silvera, Sinclair, Benítez, Jeaninne y Oduber. Humberto Ivaldi dejó gran variedad de retratos, murales, paisajes y bodegones y algunas de sus obras más emblemáticas se encuentran en el Palacio de la Municipalidad.