Raúl Rolando Rodríguez P. 1937-2002

Home / Raúl Rolando Rodríguez P. 1937-2002
Raúl Rolando Rodríguez P. 1937-2002

Junto a su compromiso estudiantil regular, realizo estudios de violín en el Conservatorio Nacional, de dibujo y pintura en la escuela de Bellas Artes con Juan Manuel Cedeño y más tarde con los maestros chilenos Camilo Mori y José Balmes. Logró ser miembro del Conservatorio y de la Sinfónica Nacional de Panamá, más tarde en Chile logra pertenecer a la Filarmónica de ese país.

Raúl Rolando Rodríguez Porcell es graduado de arquitecto en la Universidad de Chile con los más altos honores y distinciones y a su regreso a Panamá se incorporó al cuerpo de profesores de la recién creada facultad con el interés de aportar a la formación de los nuevos arquitectos.

Sus compañeros lo eligen como decano, siendo el segundo en ocupar esa posición en la Facultad de Arquitectura, de 1971 a 1980.

Conocedor de las diferentes manifestaciones artísticas y convencido que el arte debía llegar al pueblo, junto a su colega y amigo Alberto –Pimpito- Dutary y otros amantes del arte, fundan el Instituto Panameño de Arte – PANARTE- en 1962.

Más adelante, en los años 70-80, siendo decano, la Facultad se convertiría en el epicentro de la movida intelectual del país. Con el apoyo de artistas que eran arquitectos profesores en la facultad, le da luz verde a la iniciativa de los Maestros Guillermo Trujillo e Iván Zachrisson, en la creación del Taller de Cerámica Las Guabas, y al poco tiempo, el Taller de Grabado Los Algarrobos que dirigió la artista Alicia Viteri.

Rodríguez Porcel fue junto a Alberto Dutary y otros profesores como Alfredo Sinclair, Manuel Chong Neto y Juan Manuel Cedeño, gestores en la creación de La Escuela y Departamento de Artes en 1988 lo que más adelante conocemos como Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Panamá.

Como artista fue polifacético. Se motivo a incursionar en diferentes técnicas, siendo el collage una de sus favoritas, usando materiales del cotidiano, como palillos de diente o palitos de barbacoas, naipes, maderas, dejando su creatividad relucir sin limitaciones. Fue un gran dibujante, con esa formación académica de la arquitectura que le permitió trazar con excelente geometría sus composiciones y creaciones.

Su paleta de colores fue inicialmente caliente, pero también fue bondadoso en el uso de tonos pasteles, particularmente cuando su pintura podría ser de marcado cubismo. Fue un hombre ejemplar, gestor, promotor y gran educador.