Alberto Dutary 1932-1997

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Alberto Dutary 1932-1997

Luego de estudiar pintura en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de Panamá, viajó a España y continuo estudios en la Academia San Fernando de Madrid y en la Escuela Nacional de Artes Gráficas. También vivió en la ciudad de Nueva York donde fue profesor de pintura en varias instituciones culturales, entre la que podemos resaltar la City University of New York.

Cuando regresó a Panamá, Dutary le abrió las puertas de su estudio a varios artistas, a los que ayudó en la promoción de sus carreras, como por ejemplo Coqui Calderón y Antonio Alvarado.

Al poco tiempo, junto a un grupo de intelectuales y amantes del arte, entre los que se encontraban Patricia Picard-Ami, Graciela Quelquejeu y Adolfo Arias, por mencionar algunos, fue el principal motor en la gestión y fundación del Instituto Panameño de Arte en 1962, hoy Museo de Arte Contemporáneo.

Más adelante, en los años 70-80, en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Panamá y bajo el decanato del arquitecto Raúl Rolando Rodríguez Porcell, la figura de Alberto Dutary cobra más fuerza e importancia para la historia del arte. Eran los tiempos donde la Facultad se convertiría en el epicentro de la movida intelectual del país. Es así como Alberto Dutary apoya la iniciativa de los Maestros Guillermo Trujillo e Iván Zachrisson, en la creación del Taller de Cerámica Las Guabas, y al poco tiempo, el Taller de Grabado Los Algarrobos que dirigió la artista Alicia Viteri. Dutary fue también el gestor, promotor y fundador, con el importante apoyo de otros artistas como Alfredo Sinclair, Manuel Chong Neto y Juan Manuel Cedeño, de la creación de La Escuela y el Departamento de Artes de la Universidad de Panamá, en 1988 con miras a profesionalizar, a nivel universitario, los estudios de arte. Más adelante, esta escuela se anexa a lo que hoy conocemos como Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Panamá.

Como artista, Pimpito, como le decían cariñosamente su familia y amigos, fue un gran pintor y dibujante, que a través de su rica carrera atravesó por una serie de estilos que le caracterizaron.

Influenciado por Goya, su primera gran serie fue conocida como la del “Hotel de Dios”, inspirado en el caos del salón de urgencias del Hospital Santo Tomas, con modelos vivos, de intenso dramatismo, con figuras deformes y grotescas. A partir de allí, evoluciona, aun bajo la influencia española, hacia una extraordinaria colección de dibujos a tinta, con rostros que parecían máscaras y cuerpos deformes en un mundo descompuesto y fantasmagórico.

Siempre motivado por la situación social, con algo de sarcasmo, continua a otra etapa conocida como “Los Santos”, claramente ya un estilo personal del artista que resume su posición rebelde y cuestionadora de la sociedad, en la que pinta figuras misteriosas e inquietantes con un tratamiento en tonos grises en su mayoría, con veladuras que dan un aire casi intangible, como si los personajes flotaran.

A finales de los sesenta, el artista incursiona en lo figurativo y de ahí empieza a pintar mujeres, una serie conocida como “Los Maniquíes”, la más popular de su carrera, en que las pinta generalmente desnudas, sensuales, en algunos casos sin detalles de su anatomía, en otros casos surrealistas, pero que enfrentan al espectador, siempre con ese tono irónico del pintor, que persiste en casi toda su obra.

Como complemento, Dutary pinto una serie de bodegones donde se aprecian en su composición, una unidad estética excelentemente equilibrada y maestría en el dibujo, con texturas que le dan profundidad y agregan valor al conjunto de su obra.

Entre sus estilos, se dedicó también a dibujar para ilustraciones de libros, como el “Diario del Ladrón” de Jean Genet, con personajes homosexuales o vagos, donde hasta la pereza es magistralmente ilustrada. Otra serie de dibujos le valieron gran reconocimiento, como la de los Boxeadores, deporte del que fue un gran aficionado.

Además de gran docente, Alberto Pimpito Dutary fue un gran promotor, gestor y pintor.